viernes, 15 de diciembre de 2017

No admitir propinas... podría resultar... o no.

Un restaurante en la ciudad de Filadelfia en el Estado de Pennsylvania, EEUU propuso esta manera de trabajar hace unos años.
El restaurante sirve alimentos gourmet y cerveza artesanal en mesas comunes y a todos los empleados, desde aquellos que lavan los trastes hasta los meseros, les paga al menos 100 pesos la hora más prestaciones.



La experiencia para los invitados es única: no se reciben propinas, en su lugar se agrega un 20% de cargo por servicio.


Según el dueño: “Queremos que la gente sepa exactamente lo que va a pagar, en vez de cobrar una x cantidad de pesos sin propina, queremos que nuestros clientes sepan que nosotros cuidamos a nuestro personal en este sentido.”; esto último, debido a que el restaurante utiliza ese 20% extra para integrar los salarios tan altos de los empleados.

Esto como idea puede resultar interesante pero llevado a la práctica, la verdad no es muy alentador puesto que:

  1. A los clientes no les agrada tener un precio en la carta y de ahí, ser forzados a pagar un cargo por servicio (o por cubierto) aún a cambio de no dejar propina puesto que dejar propina implica que el cliente pueda decidir el porcentaje, que generalmente es del 10% y...
  2. A los clientes difícilmente les importará si el restaurante cuida o no de sus empleados, porque simplemente no es su tema.

Además del hecho de que, bajo este modelo, en un mal día, el restaurante tendría que absorber los costos de tal compensación existe un factor más: el dueño de este restaurante argumenta que en muchos casos el cliente "castiga" las propinas por situaciones que no tienen que ver con el mesero como el retraso en la entrega de un platillo o la mala preparación.



El problema con esto es que entonces, usted no tendrá el "termómetro" para medir el desempeño de su restaurante pues no todos los clientes dejarán un comentario específico sobre lo que les motivó a no dejar propina y los empleados no encontrarán un incentivo visible para mejorar su desempeño.

La visión de este restaurante es poder crear una excelente ambiente de trabajo que se traduzca en un excelente servicio pero la realidad es que los empleados al paso del tiempo consideran como normal el salario por muy alto que sea en comparación con otros y lo extraordinario se volverá la norma y eso se verá reflejado en el servicio el cual, tarde o temprano dejará de ser extraordinario.

Dejar a un lado las propinas con un modelo de negocio como el expuesto en este caso puede sonar innovador pero siempre que usted quiera poner en práctica algo así, deberá poner especial cuidado en el factor humano, especialmente si se compromete con un aumento en los costos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario