Frecuentemente esto lleva un menú con más variedad pero con una cocina demasiado complicada con muchas recetas y demasiados elementos de inventario, este último punto es de los más difíciles de manejar para los restaurantes independientes.
Por ejemplo, en la sección de entradas en el menú de uno de nuestros clientes, existen los siguientes elementos:
- Quesadillas
- Queso Fundido
- Cáscaras de Papa
- Alitas de Pollo
- Tiras de Pollo a la Parrilla
- Nachos Deluxe
- Charola de Vegetales
- Papas Búfalo
- Aros de Cebolla
- Champiñones Rellenos
- Tabla de Carnes Frías
El resultado fue que al eliminar 4 entradas del menú y sus ingredientes del inventario, las ventas de entradas no bajaron en lo absoluto y recibieron apenas algunos comentarios de parte de los clientes preguntando por los elementos eliminados. Esto último muchas veces hace que el operador no quiera quitar un platillo, es decir, él o ella piensan que si un cliente lo pide, es suficiente para conservarlo y la realidad es que no basta con que uno, dos, tres o cuatro clientes pregunten por un platillo sino que el platillo debe constituir un porcentaje de ventas relevante para conservarlo en el menú.
Decidir qué elementos eliminar del menú es tan importante como decidir cuáles agregar.
Reducir un poco su menú resultará en un control más estricto sobre las oferta (tarea que usted querrá hacer perfectamente bien), menos inventario en las repisas y una cocina más eficiente con menos preparación.
Menos opciones también pueden guiar a los clientes para seleccionar los platillos que usted quiere que se vendan, es decir, aquellos de mayor calidad, más fáciles de preparar y que generan mayor ganancia.
Visite nuestras herramientas MenuLink y Hawk para tener un control estricto sobre su inventario de alimentos y bebidas.
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